Recordando el verano
Pies en la ventana del tren - Narbona 2009
Ahora que empiezo a ver las vacaciones de verano como algo brumoso y siento los agobios típicos de la rutina, es cuando me gusta sentarme delante de la pantalla y volver a visitar todos los sitios donde he estado durante las vaciones.
Cuando repaso mentalmente los viajes que hago, me doy cuenta de que unas de las cosas que mas gratamente recuerdo, son los viajes en si, el moverme de un lugar a otro. La verdad es que los hay de todo tipo, algunos son cómodos, otros son insufribles (que se lo digan a mi culo, al que todavía le duele la experiencia de las 12 horas en asiento duro camino de Pingyao), los hay cortos, largos, e incluso los hay que te los pasas durmiendo y no te enteras. Pero sea como sea, la sensación que se me queda tras reposar la experiencia vivida durante el viaje, es de haber disfrutado especialmente de esa incertidumbre de moverte sin saber como será el sitio al que vas, en caso de que sea la primera vez que lo visitas, o de como habrá cambiado si es que ya conocías el destino.
Rebuscando en mi memoria, me doy cuenta de que esta sensación la tengo desde pequeñito. Durante el verano mis padres me dejaban en el aeropuerto de Sevilla y mis abuelos me recogian en el de Gran Canaria.
Para mí, el regalo no era el estar todo el verano siendo el ojito derecho de mis abuelos (que también) sino la emoción de montarme en el avión yo solito, de ser independiente, de no saber que nuevas cosas me encontraría al llegar a mi destino.
Ahora, el abaratamiento de los vuelos ha hecho perder un poco el romanticismo de viajar en avión (la del tren es otra historia), pero aun así me sigue gustando el gusanillo de los preparativos, de estar en el aeropuerto un par de horas antes, de las azafatas diciéndote como usar el salvavidas en un vuelo Sevilla-Barcelona, y esos otros detalles que hacen que esto sea así y los pimientos asaos.
¿Que será de los viajes el día que aprendamos a teletransportarnos? En fin.
3 comentarios:
¡Hola Cielo! Ya te iba a dar un toque, como te prometí, pues tocaba nueva foto semanal.
Sabes que me gustan tus fotos, pero tus comentarios aún mas. Me ayudan a conocer una parte de ti y de tus pensamientos que en la convivencia diaria se dan por supuestos, o sabidos, y que nunca está de mas confirmar, siempre pensé que tus viajes a Canarias eran una experiencia magnífica pero me gusta oírtelo decir a ti. Te quiero.
Que bueno es esto de los blog, es mas barato que una sesión de terapia madre-hijo, pero igual de efectiva.
No, si al final va a ser verdad eso de "¡¡que maravilloso mundo nos a tocado vivir!!. ¡¡Maravillas de la técnica!!".
Bueno, tu sabes que yo también te quiero, sobre todo cuando me invitas a casa a comer.
; D
Besos.
Cuando quieras llámame.
cualquiera que lea este blog va a pensar que solo me quieres por el interés,y nada mas lejos de la realidad ¿verdad?
Besazos a Valle
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